La ciudad
Concéntrico amplía año a año el foco sobre la ciudad, conectando con nuevos espacios que permiten crear otras aproximaciones al entorno urbano.
A los patios y plazas que permanecen más alejados en el día a día de la ciudad, se suman nuevos espacios que por su valor patrimonial, urbanístico, espacial e histórico forman parte del recorrido propuesto a los visitantes y ciudadanos a modo de descubrimiento arquitectónico de la ciudad.
El objetivo propuesto en Concéntrico es abrir esos lugares simbólicos y reinterpretarlos por los diferentes equipos de arquitectura y diseño que realizan con sus intervenciones un proyecto específico para cada localización, de modo que se desvele, la íntima relación existente entre la arquitectura contemporánea y la capacidad transformadora en la vida de las personas, además de inventar nuevos lugares propios y proyectar una idea sobre la ciudad.
El festival está dirigido a un público amplio, buscando que los ciudadanos y visitantes se conviertan en descubridores a al proponer múltiples recorridos con una mirada poco convencional. Las arquitecturas, exposiciones, encuentros y actividades son elementos de reflexión, de observación y despiertan el deseo de recuperar el placer por el lugar, por la ciudad, ofreciendo lo sensible y lo táctil para conectar la arquitectura con la gente.
Las localizaciones
El festival se plantea como un proceso continuo que va sumando edición tras edición complejidad y conocimiento. De esta forma se ha ampliado el foco inicial del festival, el Centro Histórico de Logroño, y se conecta ese ámbito de identidad con espacios que permiten crear nuevas aproximaciones al entorno urbano.
A los espacios ya habituales, reconocibles y singulares de muchas ciudades, se suman nuevas localizaciones que son un ejemplo claro de los objetivos del festival, un proyecto en escucha constante que evoluciona para seguir planteando debates que pongan mirada en la propia ciudad.
El carácter urbano de Concéntrico va ligado a los procesos sostenibles. Destaca en ese sentido las localizaciones que se han ido incorporando, seleccionadas por su alto valor paisajístico y ecológico, que buscan fortalecer la relación con el espacio natural del río Ebro, el patrimonio y la historia del contexto. Espacios como Viña Lanciano, o las ubicaciones en el río, son un buen ejemplo de ello.
La gestión de los proyectos está enfocada a la reutilización y reciclaje de las intervenciones. Es relevante también el material base que empleamos, madera de Garnica, que juega un rol fundamental en la economía circular, puesto que es renovable, reciclable, reutilizable y biodegradable. Este ámbito se amplía en todos los procesos, con la señaletica, programas y exposiciones, con material sostenible.