Pabellón Concéntrico
Cássio Sauer, Elisa T. Martins [sauermartins] + Mauricio Méndez
Plaza Escuelas Trevijano
En sintonía con la temática del festival se propone, a través del pabellón, una reflexión acerca del lugar, de lo urbano, de la ciudad y del momento tan especifico y desafiador que vivimos.
El pabellón, como hito del festival, reconoce la plaza, los equipamientos públicos, la escultura y propone una intervención relacionada con este contexto específico.
Sus formas geométricas son dos piezas que se complementan: una barra y un circulo.
El circulo aparece como punto de encuentro por excelencia, en este caso, configurando un nuevo espacio de centralidad – con el árbol en su medio -, el elemento circular no toca en el suelo, se eleva y flota sobre la plaza.
La barra, por su vez, intercepta y soporta el círculo generando una apertura, y sirve como una gran superficie vertical para exposiciones y señalización del festival.
Al mismo tiempo, el plan lineal de la barra genera un telón de fondo para la escultura de los marchosos.
La escala del pabellón posibilita abrigar y recibir el público como punto de partida de los recorridos y de las actividades del festival y puede servir como soporte para la realización de presentaciones, encuentros o charlas. presentándose además como un atrio de acceso a los distintos edificios del entorno.
Involucrando a la plaza, provoca el redescubrimiento de las relaciones urbanas, una invitación a recorrer la plaza y la instalación.
Una narración de caminos, de una memoria histórica y de nuevas perspectivas.
La expresión frágil y a la vez monumental de la propuesta encuentra en un diseño sencillo la posibilidad de demarcación del espacio, una señalización de transformación y movimiento potente y efímero.
La propuesta es también una manifestación de dualidad expresa por la constante proposición de contrastes: la inestabilidad y el equilibrio, lo contemporáneo y lo histórico, el muro que limita y el círculo que recibe, el espacio a la vez interior y exterior, lo abierto y lo cerrado.
Una instalación ‘site-specific’, que transforma, a través de dos gestos muy sencillos, por completo la experimentación de ese espacio urbano.
La madera como único material en la intervención aparece en un estudio de su versatilidad y calidad estructural.
El circulo formado por chapas con cortes angulares presionadas por cintas se sostienen por un lado sobre la barra y por otro por una piedra. Identifican el peso y la ligereza de los tiempos actuales.
El tratamiento en pintura negra, unifica la intervención y minimiza la textura de la madera, enfocando en la claridad de las formas y espacios del pabellón.