Paisaje topográfico
pintado
44 flavours
La Villanueva
Con la colaboración de Goethe-Institut Madrid
Descubrir las ciudades, abrazar la arquitectura desde la perspectiva de un pintor, un skater o un grafitero es diferente, porque ninguno de ellos iría a los mismos lugares que un turista o un viajero típico.
La forma de observar su entorno es diferente: cada rincón es un punto potencial, una inspiración o algo que lleva a una nueva idea. Puede ser un nuevo truco con la tabla o una forma de escudriñar las diferentes estructuras y colores de esas superficies concretas.
Como aficionados a la pintura, al monopatín y a la escritura, buscas nichos y lees las superficies de los edificios. Intentas definir el potencial de estos paisajes urbanos.
Cada superficie es una oportunidad para reimaginarla o redefinirla.
Esto nos lleva al concepto de cómo pensamos nuestro proyecto en Logroño, cómo podemos intervenir, cómo podemos ocupar o reclamar la ciudad aplicando nuestra filosofía.
Donde están los patinadores, los escritores o los artistas se encuentra la vida.
Ya lo hemos visto muchas veces, zonas que estaban abandonadas y que no tenían mucha calidad de vida, ahí siempre éramos los primeros en descubrir el potencial y en improvisar y sacar lo mejor de ello con un presupuesto limitado. Todas estas microintervenciones sociales no pueden planificarse realmente, sino que crecen de forma natural gracias al potencial del lugar.
La creatividad y la resistencia para intentarlo una y otra vez, para fracasar, para cometer errores y para lograr finalmente sus objetivos. Estar abierto a aprender y perdurar. La lealtad, la cohesión, el intercambio, todo forma parte de una filosofía que absorbimos al formar parte de las escenas del grafiti y el monopatín. Esto se complementó y mejoró con nuestro trabajo como artistas.
Con este proyecto nos gustaría devolver algo, encontrar el potencial de esta zona de Logroño, para esperar devolver la vida a este lugar. Queremos hacerlo con nuestro trabajo, es decir, a través del poder del color. Queremos transmitir la idea de que este lugar es algo más que un aparcamiento…
44 flavours
El dúo de artistas 44flavours está formado por Sebastian Bagge y Julio Rölle, trabajan juntos desde 2003. Sus propuestas artísticas incluyen pintura, cerámica, esculturas, grabados y objetos. El objeto pintado puede ser un trozo de cartón, piedra, madera, un jarrón de un mercadillo o cualquier pared de algún lugar del mundo.
En un desarrollo creativo aparentemente perpetuo, el dúo utiliza y procesa espontáneamente materiales disponibles al azar. Mientras que la pintura sobre lienzo juega con diferentes perspectivas e ilusiones del espacio, los objetos y esculturas funcionan como una apropiación del espacio.
Apropiación y localización: Es la diversidad de manifestaciones artísticas (en el espacio público, en la pintura, en la obra escultórica) la que nos introduce en la filosofía de 44flavours a la vida. Cada acción de apropiación en cada día y en cada lugar del mundo plantea de nuevo la cuestión del dónde y del cómo, de la identidad personal y social y del anclaje en este mundo.
Fotografía: Nikita Teryoshi
Fragmento de texto de: Elke Giffeler
Con la colaboración de
